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Fundación Chadileuvu

Punto 05

5.- Contexto físico ( clima, geología, relieve, suelos, aguas superficiales y subterráneas)


Las nacientes del río Atuel se encuentran en la región morfoestructural conocida como Cordillera Principal, cuenca sedimentaria con relleno volcánico y sedimentario, marino y continental, de la era Mesozoica (Triásico a Cretácico). Este conjunto fue plegado por los movimientos tectónicos del Ciclo Ändico (Terciario), que dieron lugar a la cordillera de los Andes en su forma actual.


Transpuesta esta región morfoestructural, el río cambia de rumbo al encontrarse con el Bloque de San Rafael o Sistema de la Sierra Pintada, en la que debe cavar un profundo cañón para superarla. Esta unidad está compuesta por sedimentitas de la era Paleozoica, que culminan con una importante unidad de rocas volcánicas, el Grupo Choiyoi, de edad permotriásica y de composición ácida en general. Este grupo volcánico, es el que constituye el basamento de la unidad anterior.

Superada esta región, el río discurre sobre la conocida como Cuenca Cuyana, que no tiene la expresión morfológica de las anteriores, sino que es mayoritariamente plana. Está constituida por rocas del período Triásico, con las formaciones Las Cabras, Potrerillos, Cacheuta y Victor. Esta cuenca tiene, en la latitud de Gral. Alvear (Mendoza), un espesor del orden de los 3000 m, y se acuña hacia el sur. A la altura de Santa Isabel (La Pampa) es de unos 500 m, y algo más al sur desaparece contra los afloramientos equivalentes al Bloque de la Sierra Pintada que se encuentran en La Pampa.

En la porción sur de Mendoza y en la parte de la cuenca hídrica en La Pampa, por sobre el relleno sedimentario clásico del Triásico, se depositaron sedimentos cretácicos, terciarios y cuaternarios.

Al Cretácico se asignaron areniscas rojas atravesadas en una perforación petrolera al sur de Gral. Alvear, donde se las nominaran formación Pozo Chimango, unidad que aparentemente estaría presente también en el subsuelo en la zona de Santa Isabel.

Al Terciario superior, corresponden limos arenosos muy finos, de color castaño, conocidos informalmente en esta zona como “Pampeano”, unidad sobre la que se labró el valle inferior de los ríos Atuel y Salado.

En cuanto al Cuaternario, durante este período se depositaron sedimentos en un ambiente fluvial, palustre y lacustre, nominados como formación Santa Isabel, fundamentalmente arcillas rojizas, las que dado so contenido en sales evaporíticas transmite carácter salino a las aguas del subsuelo que están en contacto con ellas. Contemporáneamente, las arenas transportadas por los ríos Atuel y Salado, fueron tomadas por los vientos del cuadrante suroeste, y depositadas hacia el este y noreste del valle de los ríos mencionados, dando lugar a otra conspicua formación de la zona: Meauco, compuesta por arenas finas a medianas, grisáceas, las que por su alta permeabilidad juegan un rol hidrogeológico importante.

Finalmente, cabe señalar que entre los 28° y 33º de latitud sur, la placa de Nazca subduce bajo la placa sudamericana con un ángulo bajo (se lo ha estimado en 5º, siendo que tanto al norte como al sur de las latitudes mencionadas el ángulo de subducción es de 30º). En coincidencia con ello, ningún río nacido en la cordillera de los Andes entre ésas latitudes puede atravesar la región central del país, y son colectados por el río Desaguadero, más al sur llamado Salado, de rumbo predominante norte-sur. Este colector, termina en el océano Atlántico previo a incorporarse al río Colorado en Pichi Mahuída (La Pampa), o en las lagunas de Puelches (La Pampa) según el criterio de distintos autores.

Clima
El área en que discurre el río Atuel, desde Gral. Alvear hacia el sur sureste, posee un valor de evapotranspiración potencial de entre 800 y 850 mm. Teniendo en cuenta las precipitaciones de esta porción de la cuenca, el déficit hídrico es del orden de los 500 mm anuales.

Con estos valores en la clasificación climática de Thornthwaite, el clima de esta parte de la cuenca pertenece al grupo D, semiárido, con un índice hídrico de entre -20 á -40  mm, valores con los cuales es imposible el desarrollo de agricultura de secano.

En la parte alta de la cuenca, parte activa de la misma, las precipitaciones son superiores, pudiendo llegar, y aún superar los 1000 mm/año. Estas precipitaciones son nivales, y si bien en la actualidad, y desde hace décadas, el régimen del río Atuel es antrópico,  en su estado prístino era nival.