“Todas las voces, todas”.
CHADILEUVU . . .intentas, con toda fuerza volver a casa y tratas de fugarte para tus pagos, para LA PAMPA. Ya sos matriz reseca; no parís nada, triste destino, siguen robando tu agua, pa´ que los otros tengan más vino. (“Te trampearon, SALADO”, de Anita “Chela” Gentile).
Para quienes hace siete décadas venimos viviendo el problema del agua en el centro oeste de La Pampa, estudiando el tema durante décadas, escrito y publicado trabajos sobre la materia (v.gr. Interprovincialidad del Río Atuel, edición 1984, agotada, edit. Depalma, 204 páginas) no resulta ciencia ficción hablar sobre la otrora navegabilidad de los ríos Atuel y Salado-Chadileuvú. Quienes dentro de la literatura amplia, al margen de la épica, lírica y dramática, planteamos el tema de navegabilidad del Atuel, no referimos un género de fantasía, sino una realidad histórica. En su momento debimos remitirnos a los estudios y crónicas de la conquista de Chile, que son los que contienen los datos más antiguos de la zona del Atuel. Luego nos adentramos en el análisis de documentos que obran en la propia zona cuyana y hasta en el Consejo de Indias (Sevilla, España).