La Fuchad realizó otros dos valiosos aportes

MATERIAL PARA LAS AULAS DE LA PROVINCIA

b_300_200_16777215_0_0_images_2019_fuchad.jpgCon el objeto de aportar material para el mejor conocimiento de los ríos y de la historia pampeana, la Fundación Chadileuvú preparó dos propuestas pedagógicas para ser utilizadas en las aulas de los colegios secundarios. Uno de los materiales ya fue entregado al Ministerio de Educación, que lo distribuyó entre los colegios. El segundo seguirá el mismo camino en poco tiempo.


“Si bien desde la Fundación tenemos una activa militancia institucional por los ríos y los recursos naturales pampeanos, y esa es quizá la faceta que la gente más conoce de nosotros, también tenemos otros objetivos que van en el mismo sentido de luchar por lo que nos pertenece”, explicó el geógrafo Walter Cazenave, integrante de la Fuchad y uno de los responsables de este material didáctico.

“En este caso, hemos elaborado dos presentaciones tipo ‘powerpoint’ referidas a temas sobre los que no hay mucha información”, detalló el estudioso. “Uno se refiere a los arroyos y el otro es la mensura del año 1882, con información muy valiosa de cómo era el oeste pampeano en aquella época”.

Aunque no muy conocidos, nuestro territorio posee una decena de arroyos en su territorio, algunos de escurrimiento permanente y otros de carácter intermitente.

El trabajo de la Fuchad enumera 10 cursos: los arroyos Agua Escondida, Seco, Puelén, Namuncurá – de las Sierras; Netrafó, Potrol, El Perdido, Corti, Traico Chico y Traico Grande.

Los arroyos Agua Escondida, Seco y Puelén se encuentran en el oeste pampeano y están estrechamente vinculados a las coladas de lava y salinas que caracterizan esa región. El arroyo Namucurá – de las Sierras cruza el corazón de las sierras de Lihué Calel mientras que Netrafó es un antiguo nombre que la Fuchad rescató del arroyo Quehué, en el valle homónimo.

El arroyo Potrol se encuentra en el corazón del oeste pampeano y desemboca por el norte en el Gran Salitral. El Perdido corre por el valle de Maracó Grande, en el suroeste pampeano y al igual que el Netrafó y Potrol, es de escurrimiento esporádico.

Los tres restantes se encuentran en el este pampeano y de los tres anteriores, presentan un escurrimiento permanente.

Agrimensura.
En el año 1882, a poco de terminada la “conquista” del territorio que hoy ocupa en gran parte nuestra provincia, el gobierno nacional encomendó a un grupo de agrimensores la mensura del territorio a fin de delimitar con exactitud las tierras que habrían de ser incorporadas.

Sus mensuras reflejan la presencia de los antiguos caminos, las tolderías, parajes de relevancia, los brazos de los ríos Atuel y Salado – Chadileuvú, las sierras que los enmarcan, y otras geoformas como medanales y salitrales.

Lo que sobresale, y que es el valor destacable que tiene este trabajo de rescate histórico encarado por la Fuchad, es la extensión de los bañados del Atuel y del Salado Chadileuvú, un rasgo que salta a la vista del observador por la enorme superficie que cubrían en ese entonces.

El contraste entre aquella extensión con la desaparición actual de esos humedales, y la degradación que acompañó al proceso, servirá para motivar a los alumnos, e incluso a sus docentes, en sus estudios y mostrarles con evidencia palpable la magnitud del daño provocado en esa parte del territorio por el acaparamiento de los ríos por parte de las provincias de aguas arriba.-

La Arena   08.04.19