Los pampeanos aún recordamos el aire triunfal que se produjo entre los funcionarios pampeanos cuando la firma del convenio del año 2008. El texto del acuerdo demoró bastante tiempo en darse a conocer; un aire de reserva, si no de secreto, envolvió los detalles del mismo. Sólo tuvo difusión pública cuando el Ejecutivo provincial lo envió a la Cámara de Diputados para su ratificación. Fue entonces cuando la Fundación Chadileuvú analizó el texto y advirtió que lo firmado era más favorable para los intereses de Mendoza que para nuestra provincia. Por otra parte señalamos que en su contenido no se hacía referencia a la calidad de los 5 metros cúbicos del agua a entregarse ni a los posibles recuperos de las pérdidas que naturalmente se producen aguas arriba del Nihuil.
Posteriormente advertimos también que el acuerdo estaba muerto por la negativa de Mendoza a enviarlo a ratificar por su legislatura.
Han pasado cuatro años y los hechos nos han dado la razón plena; la política de dilación de Mendoza es la de siempre. El acuerdo sigue cajoneado y el agua no aparece. Y más: ante los violentos reclamos de los regantes del sur mendocino hay fuertes indicios de que el convenio de 2008, aunque abiertamente desfavorable a La Pampa, será desconocido por la provincia cuyana.
Este suceso es otro episodio que refleja la ingenuidad de La Pampa y la contumacia de los mendocinos.
En nuestra reciente visita a las autoridades del COIRCO para interiorizarnos del proyecto minero de la empresa Vale, surgió naturalmente el tema del trasvase del río Grande al Atuel. Para sorpresa nos enteramos que el punto de trasvase, la única carta fuerte en una negociación por las aguas del Atuel había sido concedido graciosa e irresponsablemente por el gobierno de La Pampa. En el Acta Nº 56 del COIRCO los gobernadores acuerdan el cambio del punto de trasvase localizándolo en la futura represa de Portezuelo del Viento. El Acta es previa a la firma del convenio y se mantuvo en secreto durante estos 4 años.
Esta concesión al deseo mendocino de cambiar el punto de trasvase es de una gravedad inusitada y atenta muy claramente contra los intereses de nuestra provincia. Nunca ningún gobierno se atrevió a tanto. Pareciera que hemos pasado de la ingenuidad a otro escalón que no deseamos calificar.
A la falta de una política de estado en el tema hídrico en nuestra provincia, se suma el dislate de acciones inconsultas que son claramente atentatorias contra el interés provincial. Hasta ahora pensábamos que el gobierno del gobernador Jorge no encontraba un rumbo en este tema, hoy por el contrario constatamos que ha tomado el rumbo equivocado de ceder y ceder.
También ahora comprendemos las razones del secreto en el tratamiento del tema hídrico, dichas acciones necesitaban la adecuada reserva para conceder lo que no puede ser negociado.
Estamos convencidos de que la lucha popular por nuestros ríos continuará a pesar de la contumacia mendocina y la errada política del gobierno pampeano.
Fundación Chadileuvú, 08/agosto/2012