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Fundación Chadileuvu

Punto 01

1.- Identificación y descripción  general del problema o situación, indicando daños identificados y riesgos potenciales.

Identificación del problema.
El río Atuel es el afluente más meridional de la gran cuenca Desaguadero-Salado-Chadileuvú-Curacó (248.000 km2, la mayor de las desarrolladas íntegramente en Argentina). Su recorrido se da sobre las provincias argentinas de Mendoza, donde nace en la Cordillera de los Andes, y La Pampa, donde tiene su final o nivel de base en una zona que puede considerarse como inmediata a la cabecera norte de la Patagonia. (COPDRIP, 2004).


El medio físico que atraviesa el Atuel es eminentemente desértico, condición que se acentúa a medida que avanza hacia el oriente. En la región donde confluye las lluvias medias anuales son del orden de 300 a 400 mm (Cuello, 1968).

b_300_200_16777215_0_0_images_tla_tla01.jpgb_300_200_16777215_0_0_images_tla_tla02.jpgb_300_200_16777215_0_0_images_tla_tla03.jpgb_300_200_16777215_0_0_images_tla_tla04.jpg



















b_300_200_16777215_0_0_images_tla_tla05.jpgEn su condición prístina el río, con una cuenca de alrededor de 13.000 km2, a partir del comienzo de su valle inferior, constituía un enorme humedal de casi 300 km de largo por un ancho variable, pero nunca inferior a 10 km, transitando longitudinalmente el centro de la Diagonal Árida Argentina. Las formas que adoptaba dicho humedal iban desde un sistema anastomosado hasta grandes “e impenetrables” (según la expresión de un viajero) bañados, con islas de distinta superficie y brazos menores, llamados localmente “arroyos” (Alvarellos et al, 1982; COPDRIP, 2004; De la Cruz, 1969).

Esa extensa franja húmeda, la que se sumaban las aguas de su colector, el río Salado-Chadileuvú, obraba originalmente como un corredor de vida en el desierto, permitiendo la existencia de especies vegetales y animales impensables hoy en la zona o que se han desplazado 2.000 km más al norte. Obraba, de hecho, como un corredor norte – sur que permitía conectarse con el Colorado, primero de los grandes ríos patagónicos.

El hombre prehistórico americano debió haber seguido ese corredor en su desplazamiento hacia el extremo sur, tal como lo prueban los numerosos hallazgos arqueológicos a lo largo de su traza, dicho sea esto en una referencia temporal de alrededor de 10.000 años atrás y referida a una etnia que puede llamarse pámpida o pre tehuelche. Posteriormente, ya en época histórica, siglo XVII y XVIII, otra etnia de allende los Andes comenzó a pasar a las Pampas a través de los pasos bajos de la Cordillera, transitando y poblado las orillas del complejo fluvial, tal cual lo prueba la abundante toponimia aún existente. Sobre estos grupos, conocidos como mapuches y a los que los españoles llamaban araucanos, se ejercía el atractivo de la posibilidad de caza del ganado salvaje, que desde el siglo XVI se había multiplicado en las llanuras argentinas (Casamiquela, s/d).

La región influenciada por el río –sur de Mendoza y oeste de La Pampa—comenzó a poblarse recién a fines del siglo XIX, después de que los indígenas ocupantes fueran barridos hacia la Patagonia y Chile en el proceso militar llamado Conquista del Desierto. Estos pobladores eran criollos pobres en busca de tierras e inmigrantes europeos y asiáticos (Cazenave, 1994). Las áreas bajo riego surgen en ambos lugares casi simultáneamente, pero con una diferencia fundamental: Mendoza es un Estado Federal y como tal regimentaba y administraba sus bienes naturales y su presupuesto. La Pampa era (hasta 1952) un Territorio Nacional y por lo tanto dependía en casi todo del poder central localizado en Buenos Aires (más de 600 km de distancia) Los sucesivos gobernadores, que a menudo recibían el cargo como una canonjía, muy poco podían hacer, carentes de autonomía y fondos (Medús et al; Alvarellos et al, 1982).

La circunstancia del párrafo anterior explica (y en otro apartado se detalla) la razón del mayor crecimiento de las áreas bajo riego en Mendoza y justifica la llegada del ferrocarril a General Alvear, núcleo de la zona; en tanto el ramal paralelo que cruzaba La Pampa en dirección al humedal del Atuel –en simultáneo hasta 1900--  quedó detenido a 130 km de distancia.