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Fundación Chadileuvu

Punto 11

11.- Principales entidades naturales, personas, comunidades, poblaciones, instituciones o intereses lesionados


El río Colorado nace de la confluencia de los ríos Grande y Barrancas. Las referencias a su uso prestan poco atención, salvo por sus esporádicas reivindicaciones, a una cicatriz que presenta por margen izquierda de su parte media. Sin embargo, ella es la expresión real de un subsistema hidrográfico hoy prácticamente virtual, que en su momento fue un curso de escorrentía superior al Colorado (234 m3/seg contra 142 m3/seg).

En estos tiempos, pese a sus aperiódicas apariciones e inundaciones es un río virtual, con sus nacientes en el norte de la provincia de La  Rioja, para luego cruzar las provincias de La Rioja misma, San Juan, conformar el límite Mendoza y San Luis y penetrar por el oeste de la provincia de La Pampa, a la altura del paralelo de 36ª y cruzarla en diagonal hasta el Río Colorado,  límite sur de  esta última provincia. A lo largo de su recorrido recibe distintos nombres: Bermejo, Desaguadero, Salado, Chadileuvú y Curacó, estos dos últimos en La Pampa. Su recorrido supera los 1.300 kilómetros de longitud y drena en una cuenca de 248.000 km2. Su caudal se conforma con los aportes de distintos ríos, cada uno de los cuales tiene características propias derivadas tanto de la geología y la tectónica como del ambiente climático árido al cual pertenecen. Ellos son el Jáchal, el San Juan, el Mendoza, el Tunuyán, el Diamante y el Atuel;  este último recibe los aportes del Salado a la salida de la Cordillera. Todos aportaban al colector común pero hoy, a veces, lo hacen. Ellos han sufrido el mismo proceso: su paulatino desvío para uso consuntivo.

El caso que nos ocupa, el del río Atuel, es paradigmático puesto que su usufructo en el sur de Mendoza, en Colonia Alvear, Carmensa y otros pueblos cercanos, instalados en la continuidad geográfica de los cultivos, facilitados en buena medida por las obras básicas realizadas oportunamente por el Estado Nacional, ha perjudicado notoriamente a las poblaciones situadas aguas abajo. La concreción de las citadas construcciones generó, a partir de 1948,  una situación de empobrecimiento y desamparo que afectó a la población del centro oeste de La Pampa y su continuación sur. Afectó, fundamentalmente, a los departamentos pampeanos de Chalileo, Limay Mahuida y Curacó.

Es menester aquí describir algunos aspectos hídricos de ambos ríos. Así, en La Pampa, el río Desaguadero se desplazó hacia el este, en una primera etapa y con respecto al cauce principal actual,, conformando una planicie aluvial que a la latitud de Limay Mahuida (39ª 9' 35” W  66' 40”) se extiende unos 40 km hacia el este, donde en los primeros 10 km se visualizan cauces no funcionales, producto de su posterior peregrinación hacia occidente (la actual). El hecho de haberse desarrollado dicha geoforma (la planicie) en un ambiente árido, dio por resultado que los sedimentos que componen parte de la misma le confieran alta salinidad al agua, tornándola, en general, inepta para todo uso, especialmente en la zona de la localidad precitada y también hacia el este y sur de ella.

El río Atuel que hasta principios del siglo XIX recibía al río Diamante fluyendo en conjunto hacia el Desaguadero, ha desarrollado con este último una divagación de confluencia que se extiende al menos desde la Maroma de Páez (paraje situado unos 50 km al norte del paralelo 36) hasta Limay Mahuida. Para ello baste recordar que el río Butaló (brazo del Atuel) recorría unos 170 km en La Pampa hasta juntarse con el Salado a la latitud de Limay Mahuida. Es probable que el Atuel y sus difluentes hubieran conformado la llanura aluvial occidental a Limay Mahuida luego capturada por el río Chadileuvú.

Los ríos discurrían por cauces poco profundos y angostos, aptos, tal vez, para su volumen de escorrentía en estiaje, pero cuya capacidad era fácilmente superada en creciente, llenando los múltiples brazos y creando otros, constituyendo un entretejido de varios kilómetros de ancho como ha sido descripto por distintos viajeros, especialmente por Luis de la Cruz en 1806, en ocasión de su viaje desde  Concepción (República de Chile) a Melincué (provincia de Santa Fe). Estos fenómenos siguieron ocurriendo pese a las disminuciones provocadas por los usos mendocinos y perduraron hasta 1948 cuando con la terminación del dique El Nihuil cesaron los escurrimientos por largo tiempo.

La localidad (paraje) de Limay Mahuida, surgido antes de 1900 a orillas de un brazo del Chadileuvú, constituyó un sitio de servicios. En 1917 llegó E. Fernández para trabajar en el almacén local y ya Limay estaba a 10 km del río. No obstante ello llegó a tener más de 100 pobladores y algunos servicios: policía, escuela, Juzgado de Paz. Tenía algo más de 70 habitantes en 1960 y sólo 29 en 1980.

Hoy se ha recuperado parcialmente, agregó servicios médicos, de agua potable por ósmosis inversa y traslado en camión y Comisión de Fomento además de un cierto ordenamiento. Enrique Fernández, el hijo de E. Fernández, adquiere en los años '70 la legua c del lote 17, Fracción A, Sección XlX, inmediatamente al norte del pueblo. En los años secos se habían desarrollado médanos sobre los cauces secos que favorecieron la formación de pequeños acuíferos. Ello fue comprobado por labores de exploración llevadas a cabo por el Estado o directamente aprovechado por particulares. Enrique Fernández realizó un pozo en una de esas geoformas, logró agua potable y erigió una aguada, la cual mantuvo su calidad durante algunos años. A partir de 1981 crecen tanto el río Salado-Chadileuvú como el Atuel, llegan a sumar más de 200 m3/seg, los cauces, en buena medida, obliterados por años sin escorrentía ayudan a la lentificación de la misma, a su desborde y a la ocupación de todos los cauces, aún de aquellos marginales no funcionales. En su fluir, la creciente sigue un cauce sobre el cual se habían desarrollado esos médanos con acuíferos. Luego, la aguada de E. Fernández sufrió las consecuencias del paso de la riada y la posterior inundación. Como resultado de ello el agua resultó salinizada y quedo apenas apta para el uso ganadero. Debe señalarse que uno de esos tapones desarrollado sobre este mismo cauce impidió el agua se desviara por el cauce que pasa por Limay, Salvándola, tal vez. A principios del siglo XXI E. Fernández vende sus propiedad, heredad que actualmente no se explota. Todas las aguadas situadas en el cauce fueron afectadas, aunque algunas pudieron ser mantenidas en uso.

Hoy el Departamento Limay Mahuida es el tercero menos poblado de la Argentina; inmediatamente aguas abajo se encuentra el Departamento Curacó que posee la más baja densidad de población del país. Hoy el río está seco. Pareciera que de esta síntesis puede deducirse que: cuando hay agua, esta es de Mendoza pero que, cuando hay inundaciones son pampeanas. También puede agregarse que hoy Limay Mahuida es un esfuerzo estatal y no el pueblo fruto del genuino desarrollo regional.